Un nuevo estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Granada, analiza la asociación entre la ingesta de huevo en edad adolescente y los principales factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el perfil lipídico, la adiposicidad, la resistencia a la insulina o la tensión arterial.

Aunque a finales del siglo XX se mantenía que comer más de dos huevos a la semana aumentaba el colesterol, en los últimos años los expertos han ido desmintiendo este mito.

"Tradicionalmente, los profesionales de la salud mantenían que comer huevos incrementaba el nivel de colesterol, por ello en las últimas décadas ha habido una tendencia a restringir su ingesta desde diversos organismos de salud pública", explica Alberto Soriano Maldonado, primer autor del trabajo.

Sin embargo, las investigaciones más recientes afirman que el incremento del colesterol plasmático parece estar más influenciado por la ingesta de grasas saturadas y gasas trans - presentes en carnes rojas, bollería industrial, etc-, que por el propio colesterol de la dieta.

Así mismo, los resultados de este trabajo,pertenenciente al estudio europe HELENA y con nueve países implicados, demostraron que comer más cantidad de huevo no se vincula con un mayor nivel de colesterol plasmático ni con un peor perfil cardiovascular en adolescentes, independientemente de su actividad física.

" Las conclusiones publicadas en la revista nutriciòn hospitalaria, concuerdan con estudios recientes en adultos sanos que sugieren que una ingesta de hasta siete huevos por semana, no está asociada con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares", apunta Soriano.

Como consecuencia, los autores proponen una revisión de las recomendaciones para la alimentación de los adolescentes, si bien sostienen que sería conveniente replicar la investigación en una población en la que la ingesta de huevo fuese superior.

"El huevo es un alimento barato y rico en proteínasde primera calidad, minerales, folatos y vitaminas del grupo B y, por tanto, puede aportar gran cantidad de los nutrientes que son necesarios en edad adolescente para un óptimo desarrollo", subraya el investigador.

Fuente: Universidad de Granada