La producción avícola está condicionada por un gran número de factores, comerciales, técnicos y sociales. Son quizá estos últimos los que de una manera más clara están resultando determinantes a la hora de establecer los modos de producción de las aves. Entre estos factores sociales, quizá uno de los más determinantes sea la progresiva reducción de la capacidad de tratamiento de los animales. Esta reducción, posiblemente muy sensata desde e punto de vista de la salud pública, aunque a veces nos pueda parecer exagerada, implica la necesidad de ajustar la producción de aves a una situación de restricción de uso de antibióticos.