Se estima que actualmente más del 75% de todas las manadas de ponedoras en los Estados Unidos se mudan sistemáticamente como parte integrante del programa de reemplazos de las empresas. La decisión de mudar o de utilizar sólo gallinas de primera puesta se basa en la comparación de la productividad del lote, y en los precios de las pollitas de reemplazo, de los huevos y del pienso. Por tanto, la justificación del uso de la muda se fundamenta en una mayor productividad total de las manadas, en la consiguiente reducción de costes, y en la disminución de las inversiones necesarias en granjas de reproductoras, incubadoras, y naves de recría de pollitas.